Suplementos Vitamínicos para el Embarazo

Sin embargo, habrá otros muchos que tendrán un importante papel en el desarrollo saludable del bebé y en la prevención de las complicaciones durante la gestación, como es el caso de las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6, biotina, C y E, así como los minerales calcio, magnesio, zinc, cobre y selenio, entre otros.

Las suplementos prenatales ayudan a introducir más ácido fólico y hierro en la dieta diaria para promover un desarrollo saludable. Además, los ácidos grasos omega-3 apoyan el desarrollo del cerebro de su bebé, mientras que el calcio y la vitamina D ayudan a fortalecer los huesos en rápido crecimiento del bebé.

Las suplementos para embarazadas son diferentes a las multivitaminas estándar para adultos ya que contienen nutrientes adicionales que su cuerpo necesita para ayudar al crecimiento y desarrollo del bebé. El ácido fólico apoya el desarrollo normal del cerebro y la médula espinal, mientras que el hierro ayuda a que su bebé crezca a un tamaño saludable. De hecho, el hierro también es importante para la mujer, ya que ayuda a mantener los niveles de energía. La vitamina D y el calcio ayudan a desarrollar huesos fuertes para la madre y su bebé, especialmente durante el tercer trimestre. Si no se obtiene suficientes ácidos grasos omega-3 de alimentos como el pescado, un suplemento alimenticio puede ser un gran apoyo.

¿Cuándo debería comenzarse a usar un suplemento para el embarazo?

Si estás planeando un embarazo, es una buena idea comenzar a tomar un suplemento prenatal incluso antes de concebir. De hecho, el cerebro y la médula espinal de su bebé comienzan a desarrollarse en el primer mes de embarazo, a menudo incluso antes de confirmar el embarazo. La mayoría de los expertos recomiendan tomar un suplemento multivitamínico prenatal durante todo el embarazo y continuar después del parto. Si planeas amamantar a tu bebé, las vitaminas prenatales o posnatales pueden ayudarte a reponer los nutrientes vitales.

La mejor recomendación es emplear una formulación completa, adecuadamente equilibrada según las necesidades específicas que presenta la mujer en esta fase de su vida. La ingesta de dicho suplemento alimenticio debería comenzar meses antes de la concepción (al menos 1 mes antes) y mantenerla hasta el final de la lactancia.